Los daños ocasionados a nuestro planeta son -en el peor de los casos- incalculables, siendo pocos los Organismos y Científicos que tienen cabal conocimiento de la dimensión real de dichos males.
Como individuos, todos tenemos el derecho y la responsabilidad de contribuir con la protección de nuestro planeta que es en definitiva, nuestro único hogar posible. Sin duda, cuantas más personas y organizaciones estén dispuestas a contribuir con este proceso e incentivar a los demás a que hagan lo mismo, más probable será que estas acciones ganen impulso y que cada uno de estos convenios y tratados, sea el punto de partida para un nuevo nivel de implementación.
Estos convenios y tratados, constituye una prueba de la buena voluntad de las naciones para implementar cambios fundamentales en el comportamiento de desarrollo económico y los desafíos que se plantean son aun más intimidatorios y los cambios, pocas veces son fáciles.
Esto no es más que una exhortación, particularmente para aquellos Estados Desarrollados -que son los mayores emisores de gases de efecto invernadero- para que controlen el eficiente cumplimiento de los compromisos contraídos.
Es también un tema de derecho y política internacional y de conciencia colectiva y no podemos permanecer esperando a que "los otros" resuelvan el problema.
Aunados en este criterio, editamos en este formato de fácil accesibilidad, a fin de tomar un primer contacto con el tema, y asimismo, como herramienta de utilidad para aquellos profesionales e investigadores que necesiten ahondar en la problemática.
Buenos Aires, Junio de 2011